LA
VERDADERA HISTORIA DEL POEMA VIRAL SOBRE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
Durante la cuarentena, ha
llegado a las redes sociales un poema que empieza así: “Y la gente se quedó en
casa. Y leyó libros y escuchó. Y descansó y se ejercitó. E hizo arte y jugó. Y
aprendió nuevas formas de ser. Y escuchó más profundamente. Alguno meditaba.
Alguno rezaba. Alguno bailaba. Alguno se encontró con su propia sombra. Y la
gente empezó a pensar de forma diferente”.
Lo firma K. O’Meara y
supuestamente data de 1800, el año de la gran epidemia de peste. Recién se sabe
que no fue escrito entonces. Su autora es Kitty O’Meara, una antigua maestra y
asistente espiritual en hospitales y hospicios de Estados Unidos que se ha
inspirado para escribir este texto durante la pandemia actual de coronavirus.
La periodista italiana
Irene Vella, ha generado un debate, asegurando que se trata de una traducción
de una versión más larga de un poema suyo. Una acusación de la que la
estadounidense ha preferido no opinar. Sea como fuere, lo que sí que es cierto
es que estas palabras han inspirado a muchos en estos tiempos de confinamiento.
El poema dice así:
Y la gente se quedó en
casa.
Y leyó libros y escuchó.
Y descansó y se
ejercitó.
E hizo arte y jugó.
Y aprendió nuevas formas
de ser.
Y se detuvo.
Y escuchó más
profundamente.
Alguno meditaba.
Alguno rezaba.
Alguno bailaba.
Alguno se encontró con
su propia sombra.
Y la gente empezó a
pensar de forma diferente.
Y la gente se curó.
Y en ausencia de
personas que viven de manera ignorante.
Peligrosos.
Sin sentido y sin
corazón.
Incluso la tierra
comenzó a sanar.
Y cuando el peligro
terminó.
Y la gente se encontró
de nuevo.
Lloraron por los
muertos.
Y tomaron nuevas
decisiones.
Y soñaron nuevas
visiones.
Y crearon nuevas formas
de vida.
Y sanaron la tierra
completamente.